Las iglesias cristianas se vacían de sus símbolos religiosos para que los refugiados de religión islámica no se sientan incómodos. Esta es la iniciativa que se ha puesto en marcha en Alemania y que han acogido con entusiasmo algunas de las iglesias evangélicas del país.
Este ha sido el caso de la iglesia Königshardt-Schmachtendorf de la ciudad alemana de Oberhausen, que ha decidido privar a los fieles del altar, el púlpito, la pila bautismal y los bancos para acomodar en el interior del templo a los refugiados sirios e iraquíes.
El objetivo no es sólo habilitar el espacio para acomodar a los refugiados de guerra sino que, reconociendo que la mayoría son devotos del Islam, eliminar los símbolos cristianos para no ofender a los huéspedes sin tener en cuenta las raíces cristianas de Alemania y Europa.