
El acuerdo versa sobre el funcionamiento de la Iglesia en las áreas de la Tierra Santa bajo control palestino, pero su importancia se ha visto en términos más amplios, como símbolo del creciente respaldo internacional a un Estado palestino con Jerusalém como su capital.

“Con referencia al Acuerdo Global entre la Santa Sede y el Estado de Palestina, firmado el 26 de junio de 2015, la Santa Sede y el Estado de Palestina han notificado mutuamente que se han cumplido los requisitos de procedimiento para su entrada en vigor”, declaración del Vaticano.
“El acuerdo … se refiere a los aspectos esenciales de la vida y actividad de la Iglesia en Palestina, mientras que al mismo tiempo que reafirma el apoyo a una solución negociada y pacífica al conflicto en la región”.
En junio, el Vaticano calificó el acuerdo, que incluye disposiciones para proteger los derechos de los cristianos, como un modelo para otros estados árabes y musulmanes en sus relaciones con las minorías cristianas que enfrentan una creciente persecución en el Medio Oriente.
Israel calificó el acuerdo como prematuro y contraproducente a los esfuerzos para conseguir los las negociaciones directas con el Estado judío.
El reconocimiento del Vaticano de Palestina como Estado – uniéndose a a docenas de otros – siguió a un voto en noviembre del 2012 en favor del reconocimiento por parte de la Asamblea General de la ONU.
La Iglesia ha tenido relaciones diplomáticas con Israel desde 1993, pero aún tiene que llegar a un acuerdo sobre los derechos cristianos allí. Las negociaciones sobre el tema han estado funcionando desde 1999, pero se han quedado en varias ocasiones en punto muerto sobre el estatus de Jerusalém.