Una de las demandas de los rebeldes musulmanes es compartir el poder con el gobierno cristiano. Pero lo que realmente quieren es hacerse cargo del gobierno como lo hicieron en 2013, a pesar de que los musulmanes representan solo el 8,9% de la población, con el 90% de cristianos.
A pesar de los grandes esfuerzos de la mayoría cristiana por expulsar a los violentos grupos de milicianos musulmanes, los musulmanes todavía están librando una guerra contra los cristianos. En 2013, un grupo rebelde musulmán llamado Seleka encabezó un golpe de estado en la República Centroafricana, derrocó al presidente cristiano François Bozize e instaló a un musulmán, lo que obligó al país a una guerra civil etnorreligiosa que aún continúa.
Hace varios años, los cristianos en la República Centroafricana decidieron no permitir que su país fuera invadido por rebeldes yihadistas musulmanes que tomaron ilegalmente el asiento del poder y estaban masacrando, violando y persiguiendo a la mayoría cristiana.
No solo han recuperado su gobierno, sino que han destruido 417 de las 436 mezquitas de la nación y han obligado a huir a decenas de miles de musulmanes. No pienses ni un minuto que no lo merecen. Está justificada la recompensa por años de agresión musulmana y violencia contra la mayoría cristiana.
Los medios de comunicación occidentales rara vez informan los verdaderos motivos de la cruzada en curso de la República Centroafricana para eliminar al Islam de su país de mayoría cristiana. Se llama retribución, retribución por la agresión musulmana y violencia contra la mayoría cristiana. Esto es parte de una campaña a largo plazo para expulsar a los musulmanes del país y nunca permitir que el Islam se afiance nuevamente allí. Pero a pesar de que muchos musulmanes han huido del país, los que permanecen siguen matando a los cristianos.
La violencia sectaria musulmana versus cristiana en la República Centroafricana (CAR) ha continuado con grupos armados y bandas de saqueadores, tanto musulmanes como cristianos, casi sin escalas en todo el país, desde que comenzó la violencia en 2013, cuando los rebeldes musulmanes derrocaron al presidente cristiano y lo reemplazaron con un musulmán.
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